Reapertura de la Escuela Alejo Vergara: Un nuevo comienzo para la comunidad de El Pan

En la frontera norte de Ecuador, en la comunidad de El Pan, parroquia Mataje, cantón San Lorenzo (Esmeraldas), una nueva historia comienza a escribirse. La reapertura de la escuela Alejo Vergara representa mucho más que el retorno de niños y niñas a las aulas; es un símbolo de unión, resiliencia y compromiso con la educación como motor de cambio social.  Por años, esta comunidad ha enfrentado los estragos del abandono estatal y las consecuencias del conflicto armado, lo que profundizó las brechas sociales y educativas. Sin embargo, gracias al esfuerzo conjunto de la Fundación de Ayuda Integral Tierra para Todos, activa desde 2003, la Asociación Suiza Tierra para Todos, el GAD Parroquial de Mataje, la Coordinación Zonal 1 de Educación y el Distrito de Educación de San Lorenzo, esta realidad empieza a transformarse. 

La rehabilitación de la escuela Alejo Vergara no solo responde a la urgencia de garantizar educación inclusiva y de calidad para niños ecuatorianos y colombianos, sino que repara el tejido social  y fortalece los lazos comunitarios. Este proyecto, alineado con la misión de la Fundación, busca construir pueblos de paz donde la educación sea el eje central para superar la pobreza, fomentar el diálogo y brindar a las nuevas generaciones herramientas para alcanzar un futuro digno y seguro.  

Todo fue posible gracias al trabajo incansable de las familias de la comunidad, quienes, a través de mingas comunitarias, adecuaron las aulas y espacios educativos. Más que reconstruir una infraestructura, levantaron un símbolo de unión y esperanza.   

“La importancia que abran la escuela aca en la comunidad es porque los niños tienen derecho a tener una buena educación,  a aprender, a no atrasarse, ya que ya tuvimos bastante con conflictos, com problemas, entonces necesitamos la calidad de vida para nuestros niños para la educación por eso es  la importancia de nuestra escuela mencionó con alegría Juleidy Hernandez, madre de dos niños de la comunidad.

Hoy, las aulas de la escuela Alejo Vergara están llenas de vida. Los pequeños, con sus mochilas y sueños renovados, regresan a un espacio que les brinda más que educación; les ofrece esperanza. Este logro es un paso crucial hacia el desarrollo sostenible de las comunidades fronterizas, demostrando que, cuando los esfuerzos se unen, es posible superar la adversidad y construir un futuro mejor. 

Juntos, seguimos construyendo pueblos de paz, donde la educación transforma vidas y siembra un camino lleno de oportunidades.  

#PueblosdePazyDesarrollo